Aquí se sitúa el origen de la ciudad de Salamanca. Sus restos son de la primera Edad de Hierro entre el siglo VII y IV a.C. Se ha encontrado restos de un poblado;el emplazamiento escogido no es casual, una zona elevada junto a una vega, un curso de agua y rodeado por un escarpe rocoso. Se aprecian restos de viviendas circulares y rectangulares de adobe y estructuras auxiliares como silos y despensas.
La zona estuvo deshabitada en los siglos posteriores hasta que se construyo un convento en el siglo X que posteriormente pasó a formar parte de la Orden Benadictina que lo convirtió en Colegio Mayor y Convento, uno de los más grandes de Salamanca. Con su emplazamiento estratégico las tropas napoleónicas instalaron allí un fuerte en la Guerra de la Independencia en 1809 quedando el lugar en ruinas.
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